Stone Care

01. ¿Qué diferencia hay entre la limpieza normal y el procedimiento de lustrado?
02. ¿Qué tipos de detergentes existen?
03. ¿Qué producto deberá usarse para lustrar los pisos?
04. ¿Cuáles son los productos de limpieza que deberán evitarse?
05. ¿Cómo se quitan las manchas de caliza?
06. ¿Son importantes los tratamientos hidro-óleorrepelentes?
07. ¿Cómo se puede avivar un piso?
08. ¿Cómo se quitan las manchas obstinadas?
09. ¿Cuáles son los factores que causan el degrado y el desgaste de la piedra natural?

 

01. ¿Qué diferencia hay entre la limpieza normal y el procedimiento de lustrado?

La limpieza consiste en retirar las impurezas, incrustaciones y depósitos de la superficie de materiales naturales usando una aspiradora y luego agua y detergente neutro (ph 7).

El lustrado de la piedra es una operación en la que se aplica una cera para aumentar el brillo de la piedra, es decir el grado de difracción de la luz, exaltar así los colores naturales y proteger, al mismo tiempo, la superficie de la degradación natural que provoca el desgaste. En el procedimiento de lustrado, la cera se aplica en los pisos de mármol con un acabado superficial brillante que están colocados en ambientes internos pero también puede realizarse en los granitos para protegerlos. Los productos de lustrado se han estudiado para avivar los colores y la belleza de mármoles, granitos y piedras en general para otorgar un agradable “aspecto mojado”. En el ambiente doméstico se realiza generalmente con una lustradora o a mano con un común paño de lana utilizado para la limpieza normal.

Las resinas y ceras desempeñan una función levemente protectora, pues crean una capa superficial y ofrecen cierta resistencia a la acción del agua y en medida menor de los aceites.

Si el piso es muy transitable, deberá limpiarse todos los días con agua y detergentes neutros. Es necesario prestar especial atención cuando se retiran materiales arenosos, abrasivos, que pueden transportarse del exterior. El lustrado manual o mecánico realizado periódicamente aplicando cera tiene un efecto protector e hidrorrepelente que permite conservar el brillo original a lo largo del tiempo.

 

02. ¿Qué tipos de detergentes existen?

Normalmente deberá usarse un detergente neutro, pero en algunos casos no es suficiente limpiar y habrá que recurrir a otros productos, como el amoníaco o la lavandina que son productos adecuados con todas las piedras naturales.
Los detergentes son productos químicos utilizados en la limpieza y pertenecen a distintas categorías.

Los compuestos con base ácida (por ejemplo, el ácido muriático) no son adecuados para utilizar con piedras carbonáticas, a saber,  mármoles, calizas decorativas, tufos calcáreos, travertinos y areniscas de matriz calcárea, pero pueden usarse con piedras de base silícea, a saber, granitos, pórfidos, serizzo, beola y cuarcitas.
Los compuestos con base alcalina, por ejemplo, el amoníaco, se usan sobre todo con los mármoles, las calizas decorativas, los tufos calcáreos, los travertinos, las areniscas de matriz calcárea, la pizarra que no tolera productos ácidos y se utilizan también con los granitos.
En caso de superficies lustradas o brillantes, deberán usarse solo productos de baja concentración y con un grado de acidez de las soluciones (ph) levemente superiores a la neutra, mientras que en caso de materiales compactos y no muy sensibles, es posible emplear soluciones concentradas para ejercer una acción más drástica de dilución.
En todos los casos, después del lavado con soluciones básicas o ácidas, es necesario inhibir siempre la acción del detergente, enjuagándolo para limitar el poder corrosivo.
Antes de aplicar productos detergentes, le aconsejamos efectuar algunas pruebas para determinar la eficacia, pues la acción sobre superficies muy alteradas y en caso de superficies de elevada porosidad puede ocurrir que el detergente penetre y no sea posible eliminarlo con el lavado final. Otros detergentes están expresamente dedicados para eliminar las manchas de herrumbres, cardenillo, manchas de hormigón, etc.

 

03. ¿Qué producto deberá usarse para lustrar los pisos?

El tratamiento que se usará es una Cera Líquida para obtener un lustrado cálido, seco y duradero. La mejor cera tendrá una concentración que permite una excelente dilución en el agua para aumentar de manera considerable el rendimiento. Deberá ser muy resistente al tránsito, no crear halos y no contener resinas que crean películas antiestéticas.
En caso de presencia de ceras en su composición, esta cera aumenta el brillo y la duración en el tiempo de los mármoles y granitos.

 

04. ¿Cuáles son los productos de limpieza que deberán evitarse?

– Los productos ácidos que se utilizan con los mármoles (por ejemplo, alcohol o ácido muriático) tienen un efecto corrosivo y vuelven opaca la superficie de la roca, que perderá así su brillo.

– El alcohol desnaturalizado presenta un pH comprendido entre 5,0 y 6,0 y puesto que es levemente ácido no deberá jamás usarse como detergente con rocas calizas, a saber, mármoles, ónices, pizarras, travertinos y areniscas. Con el pasar del tiempo, el alcohol comprometería el brillo a causa de la corrosión de la calcita. En caso de manchas obstinadas, es posible utilizar el amoníaco, que es una sustancia básica.

– No utilice jamás sobre ninguna piedra natural, inclusive con los granitos, productos detergentes que contienen, ácido fluorhídrico (HF), pues tienen el poder de disolver completamente el cuarzo que compone los silicatos –sin considerar la caliza– o el ácido fosfórico.

– Los productos anticaliza: mármoles, travertinos, pizarras, ónices son casi totalmente constituidos por caliza y se formarían cavidades debido a la disolución de la calcita. Los granitos, las serpentinas, los serizzo, las cuarcitas, dado que son rocas constituidas por silicio, son resistentes a los ácidos comunes, aunque se aconseja no usarlos como detergentes, pues podrían corroer o dejar halos.  Desde el punto de vista químico, los productos anticaliza son ácidos fuertes que a veces contienen también ácido fosfórico o ácido fluorhídrico.

– En cambio, los silicatos, a saber, los granitos, los gneis, las serpentinas, las beola, los serizzi, las cuarcitas, son resistentes a los ácidos débiles como el alcohol, el vinagre, el ácido cítrico y también a algunos ácidos fuertes que se usan en la limpieza doméstica, como el ácido muriático (sulfúrico). En todo caso, se aconseja usar ácidos fuertes solo en casos extremos y luego de haber probado los demás detergentes menos potentes.

– También el ácido clorhídrico en algunos casos altera el color y provoca hinchazones en algunos silicatos.

 

05. ¿Cómo se quitan las manchas de caliza?

Las incrustaciones de caliza de las piedras naturales se quitan con ácidos suaves que pueden disolver el carbonato de calcio de forma lenta.
En estos casos es posible quitar las manchas de los mármoles y rocas calizas en general usando un ácido débil, como el ácido cítrico o el alcohol desnaturalizado diluido en abundante cantidad de agua. Es posible usar un ácido débil concentrado con los granitos. Enjuague el ácido cuidadosamente para interrumpir la reacción corrosiva. Si sirve un tratamiento de choque para los mármoles, puede utilizar el amoníaco diluido como detergente habitual. En casos extremos, la lavandina doméstica desempeña un efecto blanqueador.

 

06. ¿Son importantes los tratamientos hidro-óleorrepelentes?

En todas las piedras naturales con composición prevalente de carbonatos de calcio, a saber, mármoles, travertinos, ónices (alabastros), pizarras, brechas, es importante aplicar un tratamiento protector hidro-óleorrepelente de la superficie porque también los líquidos débilmente ácidos como el jugo de limón o bebidas como la Coca Cola, podrían mancharla, lo cual resaltaría aun más sobre un material de color claro y uniforme.
Los materiales naturales como los granitos, las cuarcitas, los pórfidos, las serpentinas y las beola, son más resistentes y menos sensibles a la acción química, aunque pueden ser oxidados por la acción de algunos ácidos fuertes.
Los mármoles y granitos no son completamente impermeables al agua debido a su porosidad con consecuente riesgo de eflorescencias salinas debido al transporte de sales diluidos en el agua o a la formación de manchas amarillas, rojizas por oxidación del hierro, que es un problema típico de algunos mármoles, entre los cuales los mármoles blancos de Carrara.
Todos estos inconvenientes pueden solucionarse con un adecuado tratamiento superficial que tapa las porosidades microscópicas. Le aconsejamos aplicar el tratamiento hidro-óleorrepelente cada 6 meses ó 1 año, como mantenimiento ordinario para proteger el material.

Los tratamientos preventivos superficiales son una excelente medida contra las incrustaciones de caliza en los pisos y revestimientos internos. A menudo los depósitos de caliza se verifican en los cuartos de baño debido a la dureza del agua potable. También en estos casos, le aconsejamos adoptar el tratamiento hidro-oléorrepelente superficial que impide que se incruste la caliza.

 

07. ¿Cómo se puede avivar un piso?

En caso de pisos viejos, el uso de un producto descerador permite eliminar los residuos acumulados de viejas ceras naturales, sintéticas y resinas y limpiar la suciedad en profundidad, sin comprometer el brillo natural del material. Para efectuar la limpieza periódica después de eliminar ceras viejas, es suficiente usar cualquier detergente específico para mármoles comercializado.

En caso de pisos que llevan muchos años sumamente degradados, es posible recuperarlos con detergentes básicos (amoníaco, lavandina) diluidos en agua para desempeñar un efecto blanqueador. En estos casos, solicite el asesoramiento de un experto. Cabe considerar que las piedras naturales varían mucho entre sí; los pisos externos de granito son prácticamente eternos, en cambio, los pisos de mármol blanco brillante son más sensibles.

 

08. ¿Cómo se quitan las manchas obstinadas?

Para las manchas obstinadas solo la acción mecánica puede quitar las incrustaciones pero deja las manchas debido a la penetración del material en los poros de la piedra.

En estas situaciones extremas, hay piedras que toleran normalmente los solventes, a saber, la trielina y el aguarrás o también los ácidos usados en la limpieza doméstica, como el ácido muriático, por ejemplo, los granitos, las serpentinas, las cuarcitas, las beola y los serizzi. En caso de pisos de mármol, es aconsejable probar antes el amoníaco doméstico.
Si la mancha se debe al uso de un producto anticaliza con el mármol, el alabastro, la brecha, la arenisca y la pizarra, no es una mancha sino una corrosión superficial que requiere volver a lustrar la parte afectada. En cambio, los granitos, las serpentinas, las cuarcitas, las beola, los serizzi no presentan este inconveniente.
Todas las manchas muy obstinadas y evidentes, a saber, causadas por aceite, grasa industrial, grasa alimentaria, café, etc. pueden eliminarse con pastas actualmente comercializadas. Son productos formulados para eliminar manchas sobre materiales lapídeos que no dañan el brillo del material y no dejan halos, y restablecen así la belleza original de la piedra.  La composición química permite absorber en profundidad la mayoría de las manchas muy resistentes. Estos productos se aplican repartiendo con una espátula o una paleta una capa de 5 mm de espesor que luego deberá cubrirse con una película de plástico. Al cabo de 2 ó 3 horas, se sacará la película de plástico y después de unas 8-10 horas, según la temperatura ambiente, se podrá sacar el polvo con un cepillo.
Una vez terminada la operación, lave cualquier sustancia que haya utilizado para quitar la mancha.
En todo caso, quitar manchas obstinadas es siempre un experimento, por lo tanto deberá probar sobre una pequeña parte no demasiado a la vista. De todas formas, le aconsejamos consultar con un experto en el tratamiento de las piedras naturales.

 

09. ¿Cuáles son los factores que causan el degrado y el desgaste de la piedra natural?

La exposición a los agentes que provocan el degrado y el desgaste varían en función de los siguientes factores:
– uso: es máximo en caso de pavimentos externos y mínimo en caso de revestimientos internos;
– composición química del material: los alabastros (hoy en día denominados ónices) son tiernos y poco resistentes a los agentes químicos, mientras los granitos son duros, resistentes al desgaste y temen solo algunos fuertes ácidos que pueden causar su corrosión;
– uniformidad cromática y el mismo color: en las rocas blancas uniformes, las manchas resaltan enseguida, mientras que en un mármol policromático oscuro, mucho menos;
– elaboración superficial: una superficie lustrada es más delicada que la roca bruta tratada naturalmente;
– clima, temperatura, lluvia, viento: son agentes activos que afectan las aplicaciones externas;
– contaminación del aire y del agua de lluvia en caso de aplicaciones externas, mientras las aplicaciones en interiores se deberá prestar atención a los baños, ya que en el circuito de agua caliente pueden introducirse, durante el mantenimiento de los conductos de las calderas, líquidos corrosivos que desembocan en los cuartos de baño. En estos casos, el empleo de tratamientos protectores preventivos que tapan los poros del material facilitan una excelente conservación, pues impermeabilizan el material a los contaminantes traídos por el agua.
En los casos más extremos en los que la parte superior del material sea irrecuperable, un piso degradado puede renovarse puliéndolo y lustrándolo con máquinas específicas y luego enmasillando las grietas con un producto de color compatible.

El piso brillante de piedra natural limpiado correctamente conserva a lo largo del tiempo su aspecto sin alterarse o volverse opaco. El tránsito contribuye a mantenerlos brillosos, por la acción continuada de abrasión ejercida por el pisoteo como en el caso de los antiguos pisos de las iglesias o pórticos de Plaza Duomo en Milán.

Si se vuelve opaco, significa que el material –típicamente un mármol– por cualquier razón está perdiendo el brillo superficial y serviría un tratamiento protector.